En el caso de Mérida, Yucatán, el también podcaster de “Territorio Rojo” dice que los grupos de crimen organizado operan con una dinámica distinta, enfocada principalmente en el tráfico de drogas sintéticas, como las metanfetaminas, tal como lo ha documentado el periodista yucateco Hernán Casares Cámara
Esta droga se ha convertido en un mercado extremadamente lucrativo para grupos como el CJNG.
Óscar Balderas apuntó que las autoridades locales han reconocido la creciente importancia del consumo de esta sustancia en la región, lo que ha atraído a figuras clave del crimen organizado que se hacen pasar por empresarios.
Un evento significativo que arroja luz sobre que los cárteles ya están asentados en Yucatán, como ocurrió en agosto pasado, cuando fue detenido en Mérida, Aldrin Miguel Jarquín Jarquín, alias “El Chaparrito”, uno de los hombres más cercanos a “El Mencho” del CJNG.
“El Chaparrito” era señalado como uno de los líderes más destacados del también llamado cártel de las cuatro letras, especialmente por sus operaciones en el puerto de Manzanillo, por lo que su aprehensión marcó un duro golpe para la organización criminal en México.
El 6 de octubre de 2021, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, fichó a Aldrin Miguel Jarquín Jarquín, como parte del CJNG.
Por lo que su arresto puso en evidencia que las ciudades “seguras”, como Mérida, están siendo utilizadas como bases de operaciones para líderes criminales, en este caso del CJNG, explica el especialista en narcotráfico en México.
Sin embargo, su presencia también está dinamizando la violencia en la región, rompiendo la percepción de paz.
Fuente diario de Yucatán
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